Recuperación: nuestra primera prioridad

2 de diciembre

«Debemos mantener nuestra recuperación en primer lugar y poner nuestras prioridades en orden.»

Texto Básico, p. 93

Antes de llegar a NA, teníamos muchas excusas para justificar nuestro consumo de drogas. «Él me gritó». «Ella me dijo tal cosa». «Mi pareja me dejó». «Me echaron del trabajo». Utilizábamos estas mismas excusas para no buscar ayuda a nuestro problema de drogas. Tuvimos que darnos cuenta de que estas cosas seguían pasando porque continuábamos consumiendo drogas. Sin em­bargo, cuando pusimos nuestra recuperación en primer lugar, empezaron a cambiar estas situaciones.

Hoy en día, quizás tengamos tendencia a hacer lo mismo y utilicemos excusas para no asistir a reuniones ni hacer servicio. Tal vez nuestras excusas actuales sean de otra índole. «No puedo dejar a mis hijos». «Las vacaciones me dejaron agotado». «Tengo que terminar este proyecto para impresionar a mi jefe». Aun así, si la recuperación no es nuestra primera prioridad, es probable que no tengamos que seguir preocupándonos por estas excusas. Si recaemos, es probable que los hijos, las vacaciones y los trabajos desaparezcan de nuestra vida.

Nuestra recuperación debe ser lo primero. Con empleo o sin él, con pareja o sin ella, tenemos que asistir a las reuniones, trabajar los pasos, llamar a nuestro padrino, y servir a Dios y a los demás. Estas sencillas acciones son las que hacen posible que tengamos vacaciones, familia y jefes de los que preocuparnos. La recupe­ración es la base de nuestra vida, y hace posible todo lo demás.

Sólo por hoy: Pondré mis prioridades en orden. Mi recuperación es la primera de la lista.