Sigue viniendo

1º de junio

«No hace falta que estemos limpios cuando llegamos, pero después de la primera reunión sugerimos a los nuevos que sigan viniendo y que lo hagan limpios. No hay que esperar una sobredosis o una condena para recibir la ayuda de Narcóticos Anónimos.»

Texto Básico, p. 12

Muy pocos llegamos a NA rebosantes de buena voluntad. Al­gunos estamos aquí por orden judicial. Otros hemos venido para salvar nuestra familia. Otros, haciendo un esfuerzo por rescatar una carrera que se tambalea al borde de la ruina. No importa por qué estamos aquí, lo importante es que estamos.

Hemos oído decir que «si traemos el cuerpo, la mente lo se­guirá». Puede que asistamos a las reuniones con ganas de buscar bronca, que seamos uno de esos que se sientan al fondo con los brazos cruzados y miran amenazadoramente a cualquiera que se le acerca. Quizás nos vayamos antes de la oración final.

Pero si seguimos asistiendo, veremos que nuestra mente em­pieza a abrirse. Comenzamos a bajar la guardia y a escuchar de verdad cuando los demás comparten. Hasta puede que oigamos a alguien con quien nos identifiquemos. Empezamos el proceso de cambio.

Al cabo de un tiempo en NA, descubrimos que algo más que nuestra mente ha llegado a las reuniones, algo más importante: nuestro corazón. A partir de entonces, ¡comienza realmente el milagro!

Sólo por hoy: Procuraré escuchar con una mente abierta lo que oigo compartir.