Esto no es una prueba

7 de febrero

«... que disponemos de un Dios personal que nos ama y al que podemos recurrir.»

Texto Básico, p. 32

Algunos empezamos la recuperación con la impresión de que las contrariedades de la vida son una serie de pruebas cósmicas destinadas a enseñarnos algo. Esta creencia se ve claramente cuando sucede algo traumático y nos lamentamos: «¡Mi Poder Superior me está probando!» Cuando alguien nos ofrece drogas estamos convencidos de que es una prueba a nuestra recupera­ción, o una prueba a nuestro carácter cuando nos enfrentamos a una situación en la que podríamos hacer algo incorrecto sin que nos descubran. Puede que hasta pensemos que sufrir terrible­mente por alguna tragedia de la vida sea una prueba a nuestra fe.

Pero un Poder Superior bondadoso no pone a prueba nuestra recuperación, nuestro carácter ni nuestra fe. En la vida simplemen­te pasan cosas, y algunas son dolorosas. Muchos hemos perdido un amor sin tener la culpa. Algunos hemos perdido todos nuestros bienes materiales. Unos pocos hasta hemos sufrido la pérdida de nuestros hijos. A veces la vida puede ser terriblemente dolorosa, pero no es el Poder Superior quien nos hace sufrir. Más bien, ese Poder está constantemente a nuestro lado, listo para llevarnos en brazos si no podemos caminar solos. No hay daño que cause la vida que el Dios que concebimos no pueda sanar.

Sólo por hoy: Tendré fe en que la voluntad de mi Poder Superior es buena para mí, y en que soy amado. En épocas de necesidad, buscaré la ayuda de mi Poder Superior.